La
semana pasada hablamos de la deglución atípica como causante de
malformaciones dentarias y del paladar. Esta semana vamos a hablar
sobre las malformaciones dentarias y del paladar por uso excesivo de
chupete o por la succión del dedo.
Foto: zonaortodoncia.com |
El
chupete tiene muchos fans y también muchos detractores, tiene
beneficios y tiene riesgos. El uso del chupete calma el llanto de un
bebe, ayuda a conciliar el sueño, y reduce el estrés y el dolor en
procedimientos desagradables. Sin embargo, su uso se ha relacionado
con el acortamiento del tiempo de amamantamiento y dificultades en la
lactancia, el aumento de frecuencia de otitis media, problemas
dentales y riesgo de accidentes. Además, estudios recientes
relacionan su uso, particularmente durante el sueño, con disminución
del riesgo de muerte súbita del lactante. Otros beneficios del
chupete, bien estudiados y demostrados, están relacionados con su
efecto analgésico y con el estímulo de la succión no nutritiva en
niños pre-término y a término.
Cuando
el chupete se utiliza más allá de los doce meses de edad, aumenta
el riesgo de problemas dentales y riesgo de accidentes o de
desarrollo del lenguaje. Según la Sociedad Española de Odontología Pediátrica, la succión no nutritiva mas allá de los 12 meses,
provocaría que los dientes centrales inferiores se desvíen
paulatinamente hacia dentro, mientras que los que se encuentran en el
maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera
(dientes de conejo). Con el tiempo, los colmillos chocan entre sí y
ambas filas de dientes no se cierran correctamente, lo que se conoce
como mordida abierta. Además, la acción de succionar pone en
funcionamiento una serie de músculos de la cara que, junto con la
posición de la lengua, hacen que, finalmente las líneas superiores
e inferiores pierdan su paralelismo. Por ello los pediatras aconsejan limitar el uso del chupete hasta el año de vida (aunque en la SEOP
retrasan ese abandono hasta los dos o tres años).
En
relación al lenguaje, el uso del chupete nos puede llevar a
problemas en la articulación de los sonidos, ya que muchos niños se
acostumbran a hablar con el chupete puesto y se produce una mala
colocación de los órganos durante el habla. Además el uso excesivo
del chupete puede provocar problemas de otitis causando que los niños
no oigan bien y que por lo tanto no se produzca el desarrollo del
lenguaje de forma correcta, presentando un vocabulario reducido y una
mala construcción de oraciones. Cuando se producen alteraciones de
la mordida por el uso del chupete también afecta a la articulación
de los sonidos y a la tonicidad de los músculos orofaciales. Una vez
que ocurre esto, no basta solo con colocar un aparato expansor del
paladar o unos “braquets” o 40 aparatos más, es muy importante
realizar una evaluación y tratamiento logopédico para eliminar
todos aquellos malos hábitos que puedan estar empeorando la mordida,
porque si no los eliminamos previamente a la colocación de los
aparatos, cuando los quitemos podemos volver a tener con el tiempo el
mismo problema ya que los malos hábitos generados, como pueden ser
la respiración oral, la succión digital… no han desaparecido.
María Bretones Fernández, logopeda. (Logopedia Clínica Bretones Fernández)
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